Sobre la Abundancia Femenina

Hoy te traigo un tema, que hace mucho tiempo lo voy trabajando en mi misma y acompañando a otras mujeres en el proceso de sanación de su relación con la abundancia y con el dinero.

Creo que es un tema incómodo e incluso un poco tabú, para muchas mujeres que han conectado con la espiritualidad. Y por lo tanto, siento, que es muy necesario de hablarlo, de revisarlo en nosotras mismas, de tocar este tema y ver porqué se ha convertido en esa piedrita que está en nuestro zapato y que nos molesta cada vez que damos un paso que toca nuestra economía.

Hace muchos años, cuando me iniciaba en este camino circular y de sanación a través del amawtismo, una hermana-amiga, a propósito de poner un precio simbólico a los círculos, se enfadó mucho conmigo porque me decía, que no podíamos convertir los círculos en un negocio, estas frases tocaron mi herida y no obstante, en ese momento, todos los gastos iban por mi cuenta, el alquiler del lugar, las gestiones, la compra de los materiales, desde las flores y velas, etc. cogí sus palabras como una ley, y me justifique pensando que todo lo que yo ponía, era también parte de mi misión.

Más adelante cuando comencé a atender gente en terapias, me pasó algo similar, era incapaz de poner un precio ó de encontrar una forma de equilibrar, lo que yo entregaba con lo que recibía, opté entonces por realizar intercambio por alimentos o poner la voluntad, y fue también una experiencia de confianza, pero también llena de lecciones, una de ellas vino cuando trajeron medio kilo de arroz (que más o menos cuesta 2 euros), por una sesión de masaje y desbloqueo de dos horas. 

Poder equilibrar mi servicio, mi tiempo y todo lo que hay detrás de cada cosa que ofrezco, con la parte económica, implicaba para mi un dolor no solo de cabeza, sino un removimiento de mis heridas, que me llevaba a las lágrimas y que además no me atrevía a hablar o comentarlo con nadie. 

Pensaba entonces, un poco como esta hermana-amiga, «que ser espiritual, no debía mezclarse con tener dinero», algo que después descubrí, venía de una serie de patrones y creencias ligadas a mi familia, a la religión, a la sociedad en que me crié, etc. 

Toqué fondo, cuando de repente me quedé sin trabajo, y sentía profundamente que debía dedicarme a mi misión, un tiempo lleno de miedos, que me llevó a un proceso de sanación interna, de revisión de mis patrones y mis heridas.  Fue para mi, una decisión llena de valentía y confianza en la Pachamama, y parte del camino de sanación amawtica que me ayudó a desaprender y liberarme de códigos de carencia, de esfuerzo, de culpabilidad que tenía relacionados con el dinero.

Hoy, no me considero totalmente libre de estos patrones, es más, siento que cada vez que limpio y libero algo, hay aún algo en el fondo que sale a flote y me demanda atención. Pero, sin embargo, he recorrido mucho camino, la Pachamama me ha demostrado que entregarme a su servicio es un camino lleno de abundancia!, me ha mostrado que las mujeres somos fuente de abundancia y de co-creación cuando estamos en equilibrio, me ha enseñado que todo está en nosotras, y que es tiempo también de recuperar esta sabiduría  de la ABUNDANCIA FEMENINA, para equilibrar y re-distribuir todo lo que ella nos da como madre a los seres humanos, sin caer en «sistemas económicos» que nos desequilibran.

El camino amawtico, es un camino espiritual y a la vez humano, donde ambas facetas se van combinando y equilibrando. Donde lo material no es negado, sino todo lo contrario es elevado al mismo nivel que la espiritualidad, para que ambos, los dos pilares que nos sostienen, nos ayuden en nuestro desarrollo como ser cósmico-telúrico.

Negar la materialidad, o tener una mala relación con ella, refleja también nuestra relación con la Madre Tierra, pues ella es la representación más física, material que tenemos, todo lo que ella da es Materia – Mater – Madre, es la nutridora. 

Esta relación con la materia, desde la visión amawtica, se restablece a partir del AYNI, una ley natural, de reciprocidad en perfecto equilibrio, que nos enseña, que no hay nada gratuito, sino todo se corresponde con esta ley que equilibra lo que damos y lo que recibimos. Y como dice amawta, «lo único gratis son los rayos del sol, pues todo lo que está sobre la Tierra, está sujeta a esta ley cósmica».

Sé que hay mucho aún que profundizar y conversar sobre este tema, además siento que es necesario, pues si no todas, muchas mujeres tenemos un gran bloqueo con el tema económico, muchos miedos, culpas, temores, que incluso nos llegan a afectar físicamente.

¿Y tú? ¿Has vivido una situación similar? ¿Cómo la has resuelto? ¡Compártelo en los comentarios,  para que todas aprendamos juntas!

Hasta la próxima!!! Jallalla!

 

 

Warawara · Neila Marquina 
Wilumi sacerdotisa de la Pachamama, la luna y el Sol. 
Hija de la Pachamama y Mujer medicina de la Tierra