Ohhh mamá cuanto me confrontas en los miles de espejos que me rodean. En los ojos de quienes caminan conmigo y en la mirada de reojo de quienes me observan de lejos.
Madre hermosa, sagrada maestra… Cuanto me enseña tu claridad y tu dulzura, te sonríes mientras veo el reflejo que no me gusta.
¿Soy yo misma? Te pregunto… Eres tú. Me respondes. Y las lágrimas caen al conocer un poquito más de mi, de mi sombra, de lo negado, de lo que mis ojos no pueden ver pero intuyen, soy yo, repito mientras veo los ojos de mis niños, de mi amado, de mis hermanas, de mi familia, de mi tribu, de aquel desconocido que cruce en la calle o aquella mujer que se reía de mí.
Soy yo, me repito mientras sonríes dulcemente… Y las lágrimas caen porque comprendo el privilegio tan grande de conocerme a través de tantas miradas.
Gracias mamita, sagrada mamá Qota, madre agua, madre lago, madre ancestra, madre sagrada…Gracias…