Queridísima tribu!

Me siento tan contenta, tan honrada y feliz por la misión cumplida y todo lo vivido en los días de celebración del equinoccio en este lugar tan sagrado que es Turuturu
Siento que hay tantos aprendizajes condensados en este trocito de vida que tomará un tiempo para develar el misterio.
Somos seres misionales, y la misión que tenemos tan clarita como el agua, es la de ser guardianas y guardianes de la Pachamama, de honrar y preservar estos lugares sagrados que nos permiten re-nacer a la vida, abriendo nuestras alas, nuestro corazón y nuestra memoria.
Que cada pasito que dimos en comunidad, también nos ayude y acompañe en nuestro camino personal. Que cada sueño y anhelo que sembramos sea sostenido por la Pachamama y por nuestros guías.
Y que este hermoso portal de Equinoccio, realmente nos ayude a volver al equilibrio, a nuestro propio centro, para caminar como dignos hijos de la Madre Tierra.

Gracias de todo corazón hermosa tribu, a todas y todos por su presencia, por su estar, por su aceptación ante las dificultades, por abrir el corazón y atrevernos a compartir en tribu, a sostenernos mutuamente y sostener el rezo, el tejido, la ofrenda.
Gracias a los hermosos Apus Sagrados, a los Achachilas y guardianes de estos templos pétros, que nos devuelven la memoria de quienes somos. A los espíritus del viento sagrado, a la limpieza que recibimos, al agua sagrada que viaja por los ríos subterráneos llevando vida.
Gracias mamita Munay Paqariy, por acompañarnos en la elaboración y entrega de la Ofrenda, Gracias a Warako, Illa y Tawa Killa por su sostén en la organización. Gracias Amawta Fernando Ergueta por tu guía a pesar de las distancias y a todas las wawitas que nos acompañaron con tanta paciencia!
Gracias al SERNAP por la colaboración para que podamos hacer nuestra ofrenda y a los guías de las Comunidades de Torotoro por permitirnos ofrendar en estos territorios sagrados. A don Pascual y don César por llevarnos a pesar de las dificultades. A Villa Etelvina, por el cuidado y la apertura de todos sus ambientes para poder cumplir con nuestras tareas.
Y gracias amada Pachamamita, por tanto amor, tanta suavidad, tanta ternura que nos enseñas en cada pasito que damos. Gracias por cuidarnos, por sostenernos.
Jallalla hermanas de mi corazón!! Jallalla wawitas de la Pachamama!!
Warawara – Neila Marquina
Wilumi Sacerdota de la Pachamama












