«Y me llegó el entendimiento en útero de la Gran Madre. Y entonces pude ver, que yo soy yo, soy mi madre y soy mi abuela… Que llevo en mi cuerpo sus señales, que su experiencia de vida también esta en mi, sus miedos y alegrías… Ví que mi útero también las concibe…. Y q mis manos hacen lo q ellas hicieron… Que mis palabras no son todas nuevas… Sino q ellas también hablan a través de mi. Comprendí que su dolor, también me duele… Y q su ira y enfado también lo expreso.
Y pudever que ellas también son herederas de mil mujeres antes que ellas… Que cada una cuando nacemos honramos el linaje y que tenemos la oportunidad de sanar y perdonar.
Vi entonces que había una gran tarea de amor… Que cada madre a su hija entrega el legado, la herencia femenina de su linaje… Que es imprescindible para nosotras las wilumis el perdón a nuestra madre… Ese perdón-amor, sin juicio, sin culpa… El perdón de mujer a mujer…
Esto me enseñó la Gran Madre… Jallalla!!! »
Warawara