Amawta Fernando Ergueta • Mensajero de los Andes
K’hala Wawas ( Niños de Piedra)
Si pudiera volver a mi niñez y caminar por la feria del pueblo del domingo en la mañana, volver a mirar con otra conciencia la sencillez de la gente, la alegría de los niños con la carita rajada por la tierra y el frío, y la mirada llena de ilusión de los viejos que saben que se marchan pronto de la vida plena que llevaron.
Si pudiera volver a alimentarme con otra consciencia, la soberanía del sabor de aquellos panes de pueblo, de la abundancia natural que la madre tierra aporta a sus hijos, entonces volvería a ver con otros ojos, a sentir con otra consciencia la fuerza natural de la vida.
Si pudiera volver más atrás, me internaría en el bosque, me fundiría con la Pachamama, como hacen los pájaros, hablaría con los árboles más viejos para aprender su lenguaje y sus historias, trataría de emular el lenguaje sabio de los animales que habitan la imponente y sombría profundidad del templo verde de la selva; me despojaría de la ropa, me pintaría la piel con la sabia de los helechos del bosque , me vestiría con las plumas tornasoladas que los pájaros de la selva te regalan, bailaría celebrando la vida, con mi tambor de anta al rededor del fuego, si pudiera volver a mirar el tintineo mágico de las estrellas en la noche, que se confunden con el vuelo de las luciérnagas.
Si pudiera bañarme en todas las caídas de agua, en todos los ríos de agua viva y correr por la pollera de la pachamama, sintiendo el alito puro, divino e inalterable que nos da el Wiñay Jaquiri, saludaría cada día a tata inti por el nuevo dia, y cada día me despediría de el agradeciendo su amorosa compañía incondicional.
Todos mis actos serían profundos, espontáneos e inocentes, casi salvajes,
entonces estaría preparado para volver al origen y fundirme con el todo.
Pero ya ves… he sido separado del estado natural de consciencia, habito la soledad oscura de las ciudades, interactuo con multitud de personas solitarias que se aportan entre ellas egoísmo y soledad.
Me he expulsado yo mismo del paraíso en el que nací, he perdido la noción de la presecion del tiempo divino y no sé dónde está el este y voy empujado por el miedo hacia el norte que me extravía, necesito volver al origen porque si no logro salir de esta locura solo me quedara seguir trabajando por dinero para pagar mis pecados capitales, mi falta de fe en la madre tierra, mi empeño por no escucharme, mi poco valor por no dejar atrás mi dudosa comodidad.
Sino encuentro pronto la salida, me perderé para siempre…
El humano.
Jallalla!!
Del canto viaje tierra sin mal
Amawta Fernando
Sacerdote solar de la Pachamama
2 respuestas a “K’hala Wawas ( Niños de Piedra)”
¿Cómo puede un árbol ser tan bello?
Gracias por ese texto que refleja lo perdidos que andamos los humanos, sin embargo nuestra búsqueda no cesa…..
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Eso mismo pienso yo! Es la maravilla de la Pachamama el poder verlos!
Gracias 🥰
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