De la ciudad al campo

Hace ya mucho tiempo sentimos la llamada del campo, de las montañas y del aire libre que se respira lejos de las ciudades. Sabíamos que nos esperaba un lugar al que íbamos a dedicarle nuestra vida y nuestro amor para hacerlo florecer y lo buscamos, año tras año, sin saber dónde era ese lugar que la Madre Tierra nos había reservado.

El pasado agosto, recibimos al fin la respuesta, justo un ciclo entero después de la partida de mi papá. Llegó como un regalo, como una sorpresa y una respuesta, un hermoso terreno de 1200 m2 en medio de montañas silenciosas que cada día nos regalan un atardecer diferente. 

Recibimos su nombre, Utha Punku, la Puerta de la Casa de la Luz, y es así que sentimos que es, una casa-portal donde no nos queda más remedio que ser auténticos, donde la magia de la vida que llega tras las lluvias, nos enseña sobre la humildad, sobre la paciencia, sobre saber vivir con la Pachamama, con los elementos.

Una casa que poco a poco va abriendo sus puertas para recibir a todas las wawas de la Pachamama que sienten ese llamado que buscan sanarse, que buscan conectar directamente con la tierra y con los elementos.

Un lugar, donde el viento, tata Wayra puede elevarse en columnas de 20 metros o más y venir como tornados a recordarnos que somos pequeños. 

Donde el agua bien preciada, nos enseña a cuidarla, a honrarla, a cantarle y esperar con paciencia su llegada.

Allí estamos aprendiendo a vivir en coherencia profunda.

Ya no es solo hablar de la Tierra y de nuestra relación con la Pachamama, sino es vivirla profundamente cada día, con todo lo que ella trae, el sol, el agua, el viento, la lluvia, el silencio, la vida, la muerte, la destrucción, el todo.

Así vamos aprendiendo, a ir de la ciudad al campo, a ser humildes aprendices de la vida, a ser sencillos y auténticos como nos pide esta casa amawtica… que poco a poco va abriendo sus puertas a quienes deseen venir a vivir esta experiencia.

Y tu. ¿Alguna vez sentiste esa llamada? ¿Vives en el campo? ¿Cómo es para ti esta relación tan cercana con la naturaleza?, me gustaría leerte en los comentarios.

Hasta pronto!.

Warawara · Neila Marquina

Una respuesta a “De la ciudad al campo”

  1. Que gusto saber de ti hermanita sabía ,y feliz de saber que has cumplido un sueño que comparto contigo desde hace mucho de vivir fuera de la ciudad más unida a nuestra anda pachamamita 🌿🌳💚te abrazo a distancia y espero pronto hacerlo en persona.
    Te honro y te bendigo hermana sabía 🙏

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