En lo más alto de los Andes, entre majestuosas montañas y ríos serpenteantes, florece una cosmovisión y cosmovivencia única que ha persistido a lo largo de los siglos: la cosmovisión andina una forma de vivir que cambió mi vida. ¿Te gustaría descubrir cómo acercarte a ella puede transformar tu conexión con la naturaleza?
En este post, te acerco un poco a mi experiencia con esta hermosa sabiduría, mis reflexiones y vivencias desde el Amawtismo, desde que me permití recorrer este sagrado territorio, cuna de la humanidad y la sabiduría para el nuevo tiempo.

¿Qué es la Cosmovisión Andina?
La Cosmovisión, se refiere a esa forma de ver y experimentar la realidad que nos rodea, desde una mirada amplia, en este caso Andina que parte de una cultura viva, conservada por más de 5 mil años por los pueblos originarios de los Andes.
Estos son descendientes de culturas muy antiguas, que viven bajo estas majestuosas cordilleras, que van desde Colombia hasta Argentina, entre ellos están: los quechuas, aymaras, urus, mapuches y los pueblos de las tierras bajas.
En mi experiencia, más que una forma de interpretar o ver el mundo, es una forma de vivir y experimentarse en y con «el mundo«, entendiendo ese mundo como todo lo que nos rodea.
En esta forma de vivir y ver el mundo, el ser humano no es el centro de la existencia, sino que solo constituimos una parte pequeña de todo aquello que conforma LA VIDA.
En mi camino como Mujer Amawtica, descubrí que es importante tener esto claro, porque nos permite situarnos en «nuestro lugar» como parte de un gran todo lleno de vida y como parte de la PACHAMAMA, que contiene a una gran Comunidad de Seres Visibles e Invisibles que están en permanente relación de armonía y equilibrio.
Esta comunidad de la que también formamos parte, está conformada por seres de diferentes dimensiones, desde los planos visibles como la piedra, el viento, el agua, los animales, bichitos, las montañas, las plantas, los territorios, etc. que tienen su «ajayu», su alma, hasta otros seres que no vemos pero que sabemos que habitan este sagrado planeta, como los Apus, Achachilas, los Ancestros, y otros seres que solo los abuelos sabios y muy pocas personas han llegado a ver o sentir.

La Pachamama: La Madre Vida
Para comprender la Cosmovisión Andina, es imprescindible, comprender que en su corazón está la armonía, la reciprocidad y el respeto hacia la Pachamama, la Madre Tierra.
Ella es la gran madre vida que aún nos sigue criando. Por tanto nuestra relación con ella es de crianza mutua, pues así como ella nos cobija y da todo lo necesario para vivir, así debe ser nuestra relación con todo lo que nos rodea.
La Pachamama, no es solo un planeta, y no es solo la Madre Tierra, sino como dicen nuestros hermanos es la Madre Dimensión, en ella todo está en constante transformación, en constante cambio, está llena de vida, en todas esas dimensiones que se superponen unas a otras.
Desde el Amawtismo, que es el camino que he recorrido y consiste en uno de los asideros de la Cosmovisión Andina en el mundo aymara, Amawta Fernando nos recuerda que la única salida que tiene la humanidad para su sobrevivencia es el retorno a la Pachamama.
En mi camino y experiencia, comprobé que esa conexión con nuestra sagrada madre, se da a partir de reconocer nuestro lugar, pues al hacerlo reconocemos nuestra misión: ser cuidadoras, protectoras de la VIDA y de todo lo que genera vida.
Tan solo esto, puede significar un gran cambio y salto cuántico de consciencia.
La Pachamama, no es un concepto, no es una diosa, no es una deidad. La Pachamama es la MADRE VIDA, con quien debemos restablecer una relación de reconocimiento, respeto y agradecimiento por todo lo que nos dá.

Apus y Achachilas: los criadores de la Vida
Los Apus y Achachilas son los grandes Seres Protectores de la Madre Tierra. Son espíritus tutelares que habitan las grandes montañas, cuidando y criando la vida que a partir de ellas se da.
Son los guardianes de la Pachamama, son los grandes criadores de vida. Los abuelos nos dicen que nosotros no criamos la vida, no la cuidamos, estaremos en desarmonía con ellos.
Las montañas no son simplemente paisaje; son Apus, espíritus sagrados que protegen y guían a todos los seres que habitan la tierra, incluidos los humanos, y los ríos no solo llevan agua, sino que son la esencia misma de la vida.
Son los grandes espíritus que viven en las montañas que cuidan de la biodiversidad y el equilibrio sistémico que necesita la Pachamama para poder sostener la vida en todos los rincones.
En las comunidades de los Andes, en los pueblos originarios, interactúan directamente con estos espíritus a través de ofrendas y ceremonias.
De ahí nos dicen los abuelos que cuando el Ser Humano, encuentra su lugar y reconoce su misión de ser guardián y protector de la VIDA y la Pachamama, establece una relación hermosa con estos espíritus sagrados, desde un lugar de humildad y servicio.

A modo de conclusión.
Es muy difícil hablar de la Cosmovisión Andina, cuando en realidad es una forma de vivir tan amplia y llena de significado, que nos conecta con la Pachamama, con el cosmos, con la vida y nos recuerda nuestro lugar en el mundo.
Sin duda en este tiempo de crisis y cambios sociales, necesitamos recordar y recuperar esta sabiduría que ha sido guardada y preservada para toda la humanidad, pero mas que nada, es importante recordar cuál es nuestro lugar y nuestra misión. Restableciendo así esa conexión tan necesaria que todas buscamos con la Pachamama.
Y así aprender y recordar ¿Cómo se vive en equilibrio y armonía con la Pachamama, con la VIDA? y ¿De qué forma podemos volver a recuperar nuestra misión como Seres Humanos?
Te invito a compartir tus sentires, tus reflexiones y experiencias en los comentarios, como también a difundir este artículo a quien sientas que puede venirle bien.
Con amor,
Warawara – Neila Marquina.
Wilumi de la Pachamama

