La esencia femenina parte de una gran energía creadora. Si «nos dejaran», o nos lo permitiera(mos)n, estaríamos creando todo el día, pensamientos, obras, canciones, proyectos, relaciones, frases, conflictos, problemas, etc. tanto de lo bueno y de lo malo saldrían sin parar a través de nuestros sentidos como panes calientes.
Tenemos una brillante capacidad de saltar de una cosa a otra, de no solo dedicar nuestra energía a un proyecto sino a diez o más a la vez, lo que nos conduce a tener al día más más de mil cosas inacabadas (por acumulación generalmente), desde nuestra carrera, hasta relaciones que hemos dejado para cerrar «cuando tengamos tiempo».
Crear, es parte de nuestra esencia femenina que se expresa sobretodo cuando estamos conectadas con nuestra matriz y nuestros ovarios, vivimos una creación incesante, escuchamos esa vocecita dentro de nosotros, organizando y planificando lo siguiente que hará, sin pensar que el tiempo es un factor importante para abarcar todos los proyectos que tenemos por delante.
Al no hacerlo efectivamente, acabamos frustradas, enfadadas con nosotras mismas y nos repetimos frases que de repente oímos de pequeñas: «nunca terminas lo que empiezas», «todo lo dejas a medias», «así no llegarás a ningún lugar», y otras más suaves o más duras que suelen estar en nuestro bagaje interno.
También puede ser que a muchas mujeres no les pase nada de esto, ni una sola vez en su vida… personalmente las admiro, imaginando que la eficiencia y la eficacia son dos virtudes muy deseadas.
Esta situación, hace unos años me traía muchos dolores de cabeza (ahora ya no tantos), pero sobretodo me hacían sentir una mujer frustrada, con mil cosas para hacer, sin saber honrar mi vida, ni organizarme, ni planificar. Las cosas en mi día a día no funcionaban y no entendía porqué me era imposible cumplir lo que quería.
Admire por mucho tiempo a las personas que tenían la voluntad y la disciplina para llevar a cabo sus proyectos sin dispersarse. En mi caso era imposible, pasaba en una hora de cantar a querer hacer galletas, a escribir, pintar o llamar a mi familia, y una hora no me daba para todo eso.
Con los años, a través de mi trabajo personal, descubrí que estaba desconectada del tiempo, nunca me alcanzaba, siempre llegaba tarde, y se esfumaba en un dos por tres. Sólo cuando comencé este camino misional, descubrí gracias a Amawta, que necesitaba re-conectarme y honrar el Tiempo Sagrado.

Pero qué es eso del Tiempo Sagrado? y Cómo hacerlo? y aquí hago un pequeño paréntesis para daros el descubrimiento más importante que tuve en ese momento: El tiempo también es Pachamama, y es sagrado!
Y nuestro tiempo, está muy lejos de ser sagrado si lo hemos entregado a los relojes, ahora son ellos con sus pequeñas agujas, que nos marcan todo lo que debemos hacer en día en los días, corremos de un lado a otro sin permitir que en nosotros el tiempo fluya. No tenemos tiempo para nada!, ni siquiera para vivir!
Así, en esta luna llena tan hermosa y sagrada de Diciembre, volvemos a recibir ese mensaje que entre otros, nos entrega el Amawta Fernando, más o menos algo así: «Recuperen su tiempo!, recuperen la libertad de tener vuestro propio tiempo…, la libertad es lo más sagrado que tenemos, no la sujetan a las manecillas del reloj, no sean autómatas, decidan sobre vuestro propio tiempo!».
Y cómo?, Es necesario recuperar nuestra ceremonialidad y ritualidad para honrar el Tiempo Sagrado, es necesario recordar cómo celebrar las Lunas Llenas, qué influencia tiene sobre nosotras, en nuestro cuerpo y en nuestras emociones.
Y es necesario volver a celebrar el tiempo solar del año, los Solsticios y los Equinoccios, que nos marcan los momentos precisos para sembrar nuestros propósitos, para aprender a abonar nuestras pequeñas plantas y proyectos, para recoger nuestros frutos y compartirlos y saber en qué momento debemos descansar.
Los seres Celestes, la Luna, el Sol, la Madre Tierra, están en una danza continua, todos los días sincronizandose con las estrellas, con las constelaciones, con el sol central del Universo… Y es esa danza, ese ritmo cósmico y universal el que cada día puede armonizar nuestra vida.
Somos seres rítmicos, somos seres cíclicos, debemos volver a recuperar esa ciclicidad, debemos armonizarnos con el tiempo sagrado para ser parte de esa danza, tan natural de la que somos parte y aprender a manejar nuestro tiempo, a ser libres de los relojes y tener al fin tiempo para lo esencial: vivir nuestras experiencias más vitales.
Os aseguro, que cuando estamos en sincronía con el universo… Siempre hay tiempo!!… y aunque seamos exigentes con nosotros mismos, aprendemos que hay tiempo para todo, lo que deseamos hacer, es realizable.. incluso aquello que menos imaginamos!
Un abrazo del alma y mucho tiempo cósmico para vuestro día a día!
Jallalla!
03 de Diciembre de 2017
21 DÍAS de preparación para el SOLSTICIO
“meditaciones, mensajes, canalizaciones y sueños”
Warawara Neila Marquina
Sacerdotisa de la Pachamama (Madre Tierra)
Sabiduría Amawtica Femenina para el nuevo tiempo
Una respuesta a “Tiempo Sagrado: La Ciclicidad”
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